30 años sin George Cukor

jueves, 24 de enero de 2013

30 años sin George Cukor

Se cumplen 30 años de la desaparición de George Cukor, uno de los grandes directores de Hollywood.

Cukor con otros directores

George Dewey Cukor  nació 7 de julio de 1899 en Nueva York en el seno de una familia burguesa de origen húngaro. Se convirtió en uno de los representantes más destacados de la comedia americana, y respetado por su cine sofisticado. Gran conocedor de la psicología humana se movió como nadie en la alta comedia y diseccionó hasta sus últimas consecuencias a sus personajes femeninos.

Se especializó fundamentalmente en comedias románticas llenas de ironía y mordacidad pero que siempre guardaban un punto de crítica social a las costumbres de la época. Así, por ejemplo, Historias de Filadelfia refleja la frivolidad y el comportamiento caprichoso de las clases más acomodadas y La costilla de Adán, la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Su actriz favorita, la gran Katharine Hepburn, con la que Cukor trabajó en ocho ocasiones, escribió de él en sus memorias: "Su carrera fue extraordinaria pero rara vez se le sitúa junto a los que llaman 'grandes directores'. Creo que sé por qué. Era fundamentalmente un director de actores. Básicamente le interesaba que el actor brillara. Veía la historia a través de los personajes principales".




Cukor siempre fue un director muy apreciado por la intelectualidad cinematográfica europea; entre otros, François Truffaut o Eric Rohmer reconocieron su capacidad artística y creativa y se identificaron con su inigualable tratamiento de la clase media.

El cineasta realizó mas de 50 filmes. La última película dirigida por Cukor fue Ricas y famosas (1981) interpretada por Jacqueline Bisset y Candice Bergen. 

Fue el director de películas como La dama de las camelias (1936), Luz que agoniza (1944), La costilla de Adán (1949) o Ha nacido una estrella (1954).


"En realidad, no sé si soy muy hábil contando historias, prefiero los personajes", confesó.. Pero hizo películas que no le quedaron nada mal, sobre todo, teniendo en cuenta los tijeretazos de la censura, y las zancadillas de las productoras, que sufrió a lo largo de toda su carrera (sin ir más lejos, en España tuvimos que esperar 60 años hasta que la Filmoteca estrenó Ha nacido una estrella como Dios manda). Como remate, Something's got to give (1962), que podía ser su llave definitiva para la zona VIP de Hollywood, también tuvo que suspendida, aunque acabó estrenándose de mala manera, ante la repentina muerte de su protagonista: Marilyn Monroe.

Pero no todo iba a ser mal fario: en 1964, Cukor tocó al fin el cielo con My Fair Lady, mágica adaptación del Pigmalión de Bernard Shaw que logró ocho Oscar y los elogios de un joven francés llamado Jean-Luc Godard. 

Con la estatuilla en la cómoda, y los deberes por fin hechos y subrayados, Cukor se lo tomó con calma en las siguientes décadas: se divirtió con José Luis López Vázquez en Viajes con mi tía (1972), hizo historia al dirigir la primera coproducción entre Estados Unidos y Rusia (El pájaro azul, 1976), y cerró su generosa filmografía en 1981 con Ricas y famosas (debut de una casi adolescente Meg Ryan), haciendo un guiño a sus Mujercitas (1933) y, de paso, a sí mismo medio siglo atrás. 

El 24 de enero de 1983 fallecía en Los Ángeles.

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