enero 2017

lunes, 30 de enero de 2017

lunes, 16 de enero de 2017

Recordando diálogos: El padrino

Don Corleone: You look terrible. I want you to eat, I want you to rest well. And a month from now this Hollywood big shot's gonna give you what you want.

Johnny Fontane: Too late. They start shooting in a week.

Don Corleone: I'm gonna make him an offer he can't refuse. Okay? I want you to leave it all to me. Go on, go back to the party.

sábado, 14 de enero de 2017

Personajes de cine: Sam Spade

Se cumplen 60 años de la muerte de Humphrey Bogart y le queremos recordar a través de uno de sus personajes más icónicos.

Agresivo e impredecible. Cínico, solitario, egoísta y machista. Un perdedor, también. El detective Sam Spade es estas y otras muchas cosas. Personaje creado por Dashiell Hammett, reducido a una novela magistral, El halcón maltés, y tres relatos cortos,  es grandioso cuando las cosas se ponen mal y saca lo mejor de sí para, como no podía ser de otra manera, volver a perder.



Hay un momento genial en el Halcón Maltés. Spade come con Brigid O’Shaughnessy, mujer fatal perfecta. Ella miente y le oculta detalles esenciales del lío en el que están metidos; él lo sabe pero no importa. Ella le ha acusado varias veces de “agresivo e impredecible”; él, riéndose, replica: “Suelo enterarme de las cosas a base de sabotear la situación de la manera más agresiva e impredecible. Por mí no hay inconveniente, si tú estás segura de que por ese sistema no vas a salir perjudicada”. Ese es Sam Spade. Cínico, amenazante, verbalmente brutal.

Nuestro amado detective tiene 38 años, es fuerte y de dedos gruesos, mide más de 1,80, fuma tabaco de liar y bebe lo que haya: bacardi, botella de Manhattan ya preparado… Es un personaje de excesos y contradicciones: adora a las mujeres pero siempre va a parar con la que no le conviene; le gusta el dinero aunque suele andar escaso; odia no devolver un puñetazo; acaba de perder a su socio Archer y no lo siente, no lo podía ni ver, pero investiga su muerte como si fuese la de su ser más querido por honestidad, profesionalidad y porque nadie es quien para matar a su socio sin recibir castigo.

Pero es en su relación con las mujeres y en sus grandes discursos donde Spade despliega toda su fuerza. O’Shaughnessy es fría y perversa, egoísta, ambiciosa. Se presenta desvalida, con gestos de colegiala. Spade sabe que no es real, que detrás no hay más que problemas, pero pica el anzuelo. Trata de apartarla, pero vuelve a picar. Hay un monólogo en el que Spade le explica por qué no se puede fiar de ella que es grandioso. En la película dirigida por John Huston en 1941 se respeta casi en su totalidad, como en tantas otras ocasiones, el texto original, con lo que es mejor verlo recitado por Humphrey Bogart que escrito.

Su secretaria Effie Perine es la otra mujer de su vida. Cualquier mente bien pensante dirá que su relación está marcada por el machismo, sin embargo, se ve una amistad en la que siempre se sugiere algo más, una relación llena de confianza y complicidad, de guiños y grandes diálogos de pocas palabras, algo muy parecido al amor, al bueno. ¿Anticuado? 

A veces Spade padece de incontinencia verbal:

“- ¡No hay perros que valgan! - dijo Spade-. Es la única manera. - Ahora tenía la frente enrojecida y sus ojos eran como dos piedras candentes. El hematoma de la sien había adquirido un tono cobrizo-. Sé de lo que hablo. He pasado por ello otras veces y quiero pensar que no será la última. En un momento u otro he tenido que mandar al cuerno a todo tipo de gente, del Tribunal Supremo para abajo, y no me ha pasado nada. Y si no me ha pasado nada es porque nunca he perdido de vista que tarde o temprano llega el día del ajuste de cuentas; y cuando llegue ese día quiero estar en condiciones de entrar en la jefatura precedido por una víctima propiciatoria y decir: “¡Eh chicos, aquí tenéis al criminal!”. Mientras pueda hacer eso, nada me impedirá reírme en la cara de todos los jueces y todas las leyes habidas y por haber. La primera vez que me falle, soy hombre muerto”. Esa primera vez no ha llegado todavía y no va a ser esta. Ya se lo digo yo”.

Brutal oda a la incorreción política de un personaje único, que se encara con policías o fiscales como si fueran matones, que pacta con unos, con otros y con ninguno al mismo tiempo. Una creación puramente Hammett, a la que Huston y Bogart terminaron de dar imagen y a la que tantos, tantos, deben tantísimo, lo reconozcan o no.

Al igual que el agente de la Continental, necesita de sus excesos y su verborrea para ser grande, se crece en la violencia y se diluye en los relatos en los que se reduce al trabajo detectivesco más clásico. Puede que no guste a muchos, que hay quienes crean que ha envejecido mal, que es un machista insoportable, que su moral es de otro mundo, que su radicalidad y su sinceridad no van a ninguna parte. 

Fuente: El País

60 años sin Humphrey Bogart

lunes, 9 de enero de 2017

La leyenda de los Globos de Oro

Más de dos décadas después de su creación, la Comisión Federal de Comunicaciones denunció que la ceremonia «había engañado al público sobre cómo se eliegieron los ganadores» (eran elegidos por un lobby, si estos no asistían al evento, se elegía a otro como ganador) y multó a la NBC —la cadena que durante años había emitido la gala, gracias a un lucrativo contrato con la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood— por participar en el escándalo, por lo que esta decidió prescindir de la ceremonia de los Globos de Oro desde 1968 a 1974.

John Huston,  Jane Wyman  y el productor Jack L.Warner.


Pero los Globos de Oro no siempre fueron tales. La Asociación de la Prensa Extranjera nació en 1943, cuando el corresponsal británico de The Daily Mail afincado en la meca del cine decidió crear esta asociación para compartir material y contactos. Aunque sus orígenes fueron humildes, pronto se expandió y sentó el campamento base de sus reuniones en el hotel Roosevelt. En su primera ceremonia, muy informal, celebrada en 1944 en los estudios de la 20th Century Fox en Los Ángeles, premiaron a Jennifer Jones por La canción de Bernadette, que también ganó el premio a mejor película, y a Paul Lukas por Watch on the Rhine. El premio ni siquiera tenía todavía su característica forma de globo rodeado por celuloide, sino que se entregaban en forma de pergamino.

No sería hasta el año siguiente cuando Mariana Cisternas ideó la estatuilla que hoy conocemos. Ese 1945, recién acabada la Segunda Guerra Mundial, se organizó la primera gala social en el hotel Beverly Hills, y Siguiendo mi camino ganó el Globo de Oro a la mejor película, mientras que Ingrid Bergman y Alexander Knox fueron reconocidos como la mejor actriz y el mejor actor respectivamente por sus actuaciones en Las campanas de Santa María y Presidente Wilson. Categorías muy limitadas si las comparamos con las 14 que hay actualmente sobre cine. Eso debieron pensar en 1951 los miembros de la asociación, que, tras una división en 1950 que les separó en dos grupos que daban premios diferentes (Globos de Oro y Henrietttas), decidieron segmentar los premios en drama y comedia o musical.

Hubo que esperar hasta 1955 para que los Globos de Oro, en la que también hay periodistas españoles, se decidiese a incluir series de televisión en sus premios. Esta primera categoría, titulada «logro televisivo», premió a Desi Arnaz por American Comedy y a Dinah Shore por la antología de series de Disney. En 1962 crecieron las categorías televisivas, incluyendo la mejor serie, mejor actor y mejor actriz.

Hoy en día, los Globos de Oro reconocen logros en 25 categorías; 14 en el cine y en la televisión 11.

Fuente: ABC

domingo, 8 de enero de 2017

"Feud", serie que recrea la relación entre Crawford y Davis

FX estrenara próximamente la serie de televisión FeudCreada por Ryan Murphy, con 8 episodios en la primera temporada.



La primera temporada con fecha aún sin concretar, abordará la enemistad ojeriza entre Joan Crawford (Jessica Lange) y Bette Davis (Susan Sarandon) y en cómo decidieron dejar sus diferencias a un lado para colaborar juntos en la gran pantalla con el clásico ¿Qué fue de Baby Jane?. También aparecerán Catherine Zeta-Jones como Olivia de HavillandSarah Paulson como Geraldine Page.





martes, 3 de enero de 2017

An american movie legend Kim Novak

Marilyn Pauline Novak tuvo que cambiarse el nombre para hacerse un hueco en la industria cinematográfica porque ya había otra Marilyn en el negocio, Marilyn  Monroe. De este modo nació Kim Novak, como nacen tantas actrices que se inventan, o alguien inventa para ellas, un nombre artístico para alcanzar el estrellato. Novak, célebre por su trabajo con Hitchcock en Vértigo, vive actualmente retirada en un rancho de Oregón y asiste de vez en cuando a festivales de cine y programas de televisión.

En 1954 se trasladó a Los Ángeles y empezó su carrera cinematográfica. Es el productor de la Columbia, Harry Cohn, quien le sugirió el cambio de nombre. Se le abrieron las puertas del éxito con Picnic de Joshua Logan, al lado de William HoldenLa cúspide de su carrera está en Vértigo (1958), un título que desbancó a Ciudadano Kane como mejor filme de la historia según un baremo del British Films Institute’s en el 2012, cuando la cinta de Orson Welles ostentaba el primer puesto desde el 1962. 



Hitchcock articuló el arquetipo femenino modelando a Kim Novak a su antojo. La historia presenta al personaje de James Stewart, tan atento como estupefacto, frente a Madeleine, primero, y Judy, después, en un juego de suplantación de personalidad y profundas sutilezas psicológicas que la actriz transmitió con precisión. Novak ha explicado que para preparar las escenas emocionales Stewart necesitaba concentrarse en si mismo... hasta que, poco a poco, cuando estaba a punto, salía de su soledad. Entonces le cogía la mano, ella se la apretujaba y de este modo ambos alcanzaban la intensidad del momento. Con James Stewart también rodó Me enamoré de una bruja. El filme de Hitchcock le sirvió para el personaje posterior de La misteriosa dama de negro, con guión de Blake Edwards.

Sobre la relación con Hitchcock se ha escrito de todo, que si hubo humillación, que si se admiraban mutuamente... Sí que hubo una tensa discusión sobre el vestuario que el director tenía pensado para el papel. Kim Novak odiaba el traje chaqueta gris y los zapatos negros que le tenían preparados porque no quería renunciar a la imagen que tenía de actriz rubia y sex symbol. Hitchcock dejó que se lamentara y al final sentenció que el vestuario y el peinado eran perfectos para la construcción del personaje. Así fue.




Ahora vive junto a su segundo marido, el veterinario Robert Malloy, se dedica a la cría de caballos y llamas y cultiva su afición a la pintura. Padeció un cáncer de mama, del que está curada, y ha hablado abiertamente de la depresión bipolar que se le diagnosticó cuando ya no estaba en Hollywood y de la que se está medicando. La enfermedad, según ha manifestado, la ayudó en los momentos máximos de su profesión pero también acentuó sus desengaños. Se ha sometido a retoques de estética por los que ha recibido críticas pero conserva a sus 83 años los rasgos de la mujer arrebatadora que fue. Pese a haberse retirado en los noventa, Novak aún se pondría frente a la cámara si le ofrecieran un buen guión.

Fuente: La Vanguardia

Recordando diálogos: Gilda

Gilda: If I'd been a ranch, they would've named me "The Bar Nothing"


lunes, 2 de enero de 2017

Recordando diálogos: Historias de Filadelfia



Macaulay Connor: Oh Tracy darling...

Tracy Lord: Mike..
.
Macaulay Connor: What can I say to you? Tell me darling.

Tracy Lord: Not anything - don't say anything. And especially not "darling."


domingo, 1 de enero de 2017

Recordando diálogos: Casablanca


Ilsa: I can't fight it anymore. I ran away from you once. I can't do it again. Oh, I don't know what's right any longer. You have to think for both of us. For all of us. Rick: All right, I will. Here's looking at you, kid. Ilsa: [smiles] I wish I didn't love you so much.